Resumen
El situado fue un mecanismo de financiación sin paralelo en otros modelos coloniales más allá del español. Si bien su génesis se ubica en el siglo XVI, es la centuria dieciochesca donde alcanza sus mayores índices de remisión hacia las zonas favorecidas, aquellas periferias del Imperio sin recursos para lograr su autogestión financiera, pero con una centralidad geopolítica que las convertían en “llaves del Nuevo Mundo”. El presente trabajo propone destacar los referentes historiográficos que se detienen en las relaciones financieras entre Nueva España y Cuba e invita a transgredir las fronteras geográficas del erario novohispano para resaltar el rol articulador y de equilibrio caribeño que jugó la villa de La Habana en la estrategia imperial española. De igual manera, insta a abrir aquellas puertas temáticas que aún permanecen en penumbras dentro de la multiplicidad de consecuencias que tuvieron estos envíos en metálico en las economías “nacionales” de las plazas militares caribeñas.
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