Resumen
El autollamado “gobierno del cambio” iniciado en el año 2000, con el triunfo del Partido Acción Nacional (pan) en la Presidencia de la República, sentó las bases del proceso de reactivación de la industria azucarera en México. Primero con el Decreto Presidencial de expropiación de 27 ingenios azucareros en el año 2001 y un plan de rescate de dicha industria propuesto por el presidente Vicente Fox Quesada. Segundo, con el establecimiento de un Acuerdo de Modernización de la Industria Azucarera signado en el año 2007 entre la Cámara Nacional de Industria Azucarera y Alcoholera, el Sindicato de Nacional Azucarero de filiación cetemista y el entonces titular del poder ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa, también de extracción panista. Desde la mirada y el discurso de obreros y líderes sindicales, en este artículo se analiza el proceso mediante el cual, durante esta docena de años del pan en el poder ejecutivo, se fijaron nuevas reglas en la industria azucarera para la regulación de las relaciones obrero-patronales, tendientes a la flexibilización laboral, la pérdida del control obrero sobre el proceso de producción, la cancelación de cláusulas contractuales y, en suma, la precarización del trabajo obrero azucarero, así como también el manejo patrimonialista y obscuro de dicha industria.
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